Desarrolla su trabajo desde la fotografía, asumiéndola como un campo expandido. Concretamente, su interés principal parte desde la práctica fotográfica ante la problemática de la territorialidad como signo de identidad.  Relaciona nociones tales como las de frontera, memoria, arquitectura o territorio, desde un sentir complejo y personal del paisaje como construcción cultural, política o incluso social. 

Entiende su práctica como una investigación en torno al contexto como marco de influencia identitaria, valiéndose de lo simbólico o connotativo como una herramienta de la que el arte dispone para conocer, desde lo afectivo y lo perceptivo.

Siente la necesidad de llevar a cabo acciones performativas documentadas mediante fotografía y video, que le permitan vincularse al contexto, resolviéndose ante el conflicto que implica trabajar en un territorio señalado y marcado.